No solamente en los restaurantes se deben planificar las comidas del día, en casa esto también puede ser un recurso útil para mejorar la nutrición de la familia. En este post te ofrecemos consejos sobre ¿cómo elaborar un menú? Para que te asegures de preparar la combinación de alimentos perfecta para cada día.
Recomendaciones para crear un menú equilibrado
Cuando hablamos de un “menú equilibrado”, evidentemente nos referimos a una alimentación balanceada y que incluya todos los nutrientes necesarios según los expertos.
En tal sentido, antes de diseñar el menú como tal es indispensable tener claro lo que contempla una alimentación equilibrada:
- Al menos tres raciones de frutas diarias.
- Dos raciones de verduras al día.
- De 3 a 4 raciones de lácteos al día.
- De 2 a 4 raciones de legumbres por semana.
- De 3 a 4 raciones de pescado por semana.
- Consumir unos 4 huevos por semana.
- Consumir con frecuencia carnes magras y solo una vez a la semana carne roja.
- El agua es indispensable y debe ser la bebida principal.
- Utilizar aceite de oliva para cocinar y aderezar los alimentos.
- Consumir frutos secos a diario.
Ahora que conoces más a fondo lo que implica una alimentación balanceada, pon atención a cada uno de los pasos para crear tu menú.
1. Planifica las comidas por semana
De esta forma será más fácil cumplir con la frecuencia de ingesta de los alimentos que hemos indicado anteriormente, variando su presentación para no cansarse. Asimismo, puedes dar prioridad a las frutas y verduras de temporada.
2. Consigue diversas recetas
Esto es con la intención de que puedas variar la comida y los comensales no se aburran. Echa un vistazo al siguiente menú semanal que te ofrecemos como ejemplo.
- El lunes podrían almorzar una ensalada de patata, lechuga, tomate, cebolla y zanahoria, mientras que en la cena comerían tiras de pollo con pimiento asado.
- Al día siguiente, el almuerzo puede ser pasta con tomate, cebolla y champiñones, mientras que en la cena comerían una ensalada de lentejas, espinaca, zanahoria, nueces, semillas de calabaza y huevo.
- A mitad de la semana almorzarían cuscús de coliflor y anacardos con fricandó de ternera y arroz, mientras que para cenar puedes servir patatas con judías verdes y bacon, acompañados con boquerones fritos y tomates cherries.
- El jueves funcionaría bien un timbal de tomate y queso con empedrat de judía blanca y para cenar una rica pizza de espárragos y alcachofas o hamburguesa de pollo con lechuga, tomate y zanahoria.
- El viernes podrías preparar un salteado de brócoli y huevos con patatas, mientras que para cenar iría bien un arroz con verduras.
- El sábado te animamos a probar tomates rellenos de gamnas y guacamoles o lasaña de carne y setas para almorzar, mientras que en la cena podría ser un estofado de lentejas con verduras y una tortilla de pepino, zanahoria y pipas al estilo francés.
- Por último, el domingo puedes animarte a preparar un risotto de espárragos acompañado por mini hamburguesas de langostinos sin pan, únicamente lechuga, cebolla y tomate. En la cena les caerá muy bien una crema de calabaza con queso y chía, y si aún tienen hambre la puedes acompañar con una tortilla de patatas, zanahoria y manzana.
3. Prioriza el agua
Procura que la bebida principal para acompañar tus comidas sea el agua. En otros momentos del día los niños pueden beber un vaso de jugo y los adultos disfrutarían una taza de té o café al gusto.
4. Busca nuevas ideas
Hoy en día existen muchos recursos que puedes utilizar para descubrir recetas y nuevas formas de preparar los alimentos. Así podrás asegurarte de que la familia esté consumiendo los nutrientes que necesitan y los comen con gusto porque les gusta lo que preparas.