Tres cafés pasteleria históricos
Fabrice Collet y su esposa Marie, se esfuerzan todos los días por mantener la calidad de sus productos: ofrecen una amplia variedad de productos, todos caseros. Quince panes especiales. Es de destacar el Briare (pan de campo que venden por peso), el pan de leñador, los tradiciones de semillas, o el pan de centeno. Los pasteles están elaborados por el chef pastelero Chantilly Yarrow que tiene una legión de seguidores que confían en él, las tartas de frutas son deliciosas, macarrones multicolores bailan ante nuestros ojos. Tortas de cumpleaños se pueden personalizar, especialmente para los niños.
Los precios son asequibles, la comida es excelente y el personal es muy amable.
Productos gourmet – Vino, Pan – Pasteles – Chocolate – Helado, Panadería
Dirección: 100, rue Montorgueil
75002 Paris (Francia)
Antigua Pasteleria del Pozo
Fundada en 1830, con el nombre de «Horno de la calle del Pozo», (la calle trasera de Lhardy) en pleno centro de Madrid, a unos pocos metros de la Puerta del Sol. Todo en la ella nos traslada a los años de su inauguración, el obrador, el mobiliario, la registradora original, el estilo. Los productos que elaboran son de primerísima calidad. Se Pastelería tradicional madrileña en ‘estado puro’ y artesana
HojaldreS dulces o saladas, de crema pastelera o cabello de ángel, o de sardinas, u otros rellenos salados, los suizos (brioche que toma su nombre, según se cree, de la cercana, y muy famosa, en su día, pastelería La Suiza), surtido de dulces navideños como: los turrones, mazapanes, polvorones, guirlaches, Pan de Cádiz…..etc., son de alta calidad. Los Roscones de Reyes los elaboran durante todo el año, sin relleno y sin fruta escarchada, con sólo dos tamaños
Dirección: Calle Pozo, 8, 28012 Madrid
Café Tortoni
Es el más antiguo, en sus mesas se sentaron Jorge Luis Borges, Luigi Pirandello, Federico García Lorca y Julio Cortázar, así como los músicos Arthur Rubinstein y el mítico Carlos Gardel.. Fue fundado en 1858 y constituye una verdadera atracción para el turismo que visita la capital argentina.
En el Café Tortoni Carlos Gardel tenía siempre una mesa reservada exclusivamente para él, lejos de la vista de sus admiradores.
Famosa es su leche merengada. El Tortoni es uno de los pocos lugares de Buenos Aires donde aún se puede pedir este helado de leche desde hace más de un siglo.